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Las secadoras de ropa constan de dos partes principales: el calentador y la batería giratoria. El aire caliente pasa a través de la ropa mojada mientras gira. La humedad de la ropa mojada sale de la secadora a través de la manguera de escape, dejando la ropa caliente y seca. Cuando la secadora no puede producir suficiente calor, pierde la mayor parte de su capacidad para secar la ropa. Resolver el problema no es difícil, pero debe hacerse de forma metódica y con un buen conocimiento de las posibles causas.
Paso 1
Verifique la salida para asegurarse de que la secadora esté encendida. No funcionará si no recibe una corriente eléctrica adecuada. Mueva su disyuntor o caja de fusibles. Asegúrese de que todos los disyuntores estén encendidos y reemplace los fusibles defectuosos. Si ha experimentado un corte de energía u otro problema eléctrico, es posible que su máquina no esté recibiendo la corriente necesaria para generar calor.
Paso 2
Inspeccione los controles de la secadora. Algunas opciones, como "Secar al aire", no usan calor para secar. Cambie la configuración a una que produzca calor y pruebe la secadora nuevamente.
Paso 3
Asegúrese de que la válvula de gas en la pared detrás de la secadora esté en la posición de encendido. Si está apagado, la máquina no tendrá combustible para generar calor. Si la válvula está cerrada, gírela en sentido antihorario para abrir el flujo de gas. Si el servicio local corta el suministro de gas o si el enchufe de gas está vacío, la secadora tampoco generará calor.
Paso 4
Inspeccione la salida de aire en busca de pelusas u otros bloqueos. Si la salida está obstruida, la máquina no podrá drenar la humedad y la función de calentamiento de la secadora se verá afectada. Use un destornillador para quitar el gancho que sujeta la manguera de escape en la parte trasera de la máquina. Mire dentro de la manguera en busca de pelusas y obstrucciones. Use su mano para eliminar cualquier obstrucción y reemplace la manguera.