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Después de los daños causados por el agua, la piel del ante puede volverse rígida, decolorada o manchada. Cuanto antes intente restaurar sus zapatos, más éxito tendrá. Si espera demasiado para arreglar la gamuza, corre el riesgo de que el zapato se dañe permanentemente. Puede que sea imposible arreglarlo todo, pero es bastante sencillo hacerlos mucho más bonitos.
Paso 1
Frote los zapatos con un cepillo de cerdas suaves. Un cepillo de gamuza es ideal, pero cualquier cepillo que no sea demasiado duro funcionará. El cepillo levanta la gamuza hacia abajo, lo que elimina algunos de los efectos del agua. No ejerza demasiada presión ni haga movimientos rápidos.
Paso 2
Use un borrador de lápiz limpio y seco para frotar ligeramente las manchas de agua en el zapato. No frote con demasiada fuerza.
Paso 3
Sostén tus zapatos sobre una olla con agua hirviendo. El vapor restaura la piel de la gamuza. No dejes que el vapor te moje los zapatos.
Paso 4
Lleve sus zapatos a una buena tintorería o restaurador de cuero para que los trate. El proceso lleva más tiempo que la limpieza en seco regular, pero una lavadora experimentada puede restaurar al menos parcialmente la calidad de la gamuza. El restaurador de cuero hará el mejor trabajo y podrá recomendar productos para usos futuros.