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Las superficies de acero y hierro que están rayadas o abolladas y expuestas al oxígeno, agua y dióxido de carbono suelen desarrollar áreas de óxido. Los cobertizos, ventanas, puertas, muebles de jardín y barandas de metal son especialmente susceptibles a la oxidación. La oxidación deja el metal expuesto provocando que las grietas en él aumenten, permitiendo que el oxígeno aumente la superficie de contacto con el metal, hasta que se oxida por completo. El óxido sin tratar puede eventualmente debilitar y deteriorar los objetos metálicos. Debe retirarlo inmediatamente para proteger la integridad estructural del material. Afortunadamente, las herramientas básicas pueden reparar estas regiones de manera efectiva.
Paso 1
Llene un balde de plástico con un litro de agua tibia con una cucharadita de detergente líquido. Mezclar bien la solución.
Paso 2
Lave la superficie metálica con la solución detergente y una esponja no abrasiva. Quite toda la suciedad y los escombros. Frote el metal con un cepillo de alambre para eliminar el óxido suelto y la corrosión.
Paso 3
Enjuague la superficie de metal con agua para eliminar la solución de detergente. Seca bien el metal con toallas de papel.
Paso 4
Póngase guantes de goma y gafas de seguridad para su protección. Aplica el ácido a las áreas oxidadas. Siguiendo las instrucciones del fabricante en la etiqueta del producto. Mantenga el ácido en la superficie durante 30 minutos.
Paso 5
Enjuague el metal con agua para eliminar el ácido fosfórico. Seca el metal con toallas de papel.
Paso 6
Lije el metal con papel de lija 400 para eliminar grumos y rayones. Frota la lija sobre la superficie hasta que esté completamente lisa y uniforme.
Paso 7
Humedezca un paño suave con alcohol mineral. Y páselo por encima del metal para quitar el polvo que haya dejado la lija y cualquier rastro de suciedad, grasa o aceite.
Paso 8
Rocíe una capa de antioxidante sobre todo el metal. Deje que el aerosol se seque de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
Paso 9
Aplicar dos capas de pintura acrílica sobre el antioxidante con una brocha. Permitir que la pintura se seque de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
