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Si el capó de su automóvil no se ha abierto durante algún tiempo, el bloque del motor puede estar cubierto de suciedad y aceite. Estos residuos, junto con la humedad y el aire seco, pueden hacer que el aluminio y otros metales del bloque se vuelvan susceptibles a la oxidación (herrumbre) y la corrosión. La mayoría de los casos de oxidación menos severos tienen solución, con una limpieza sencilla y sin necesidad de retirar completamente el bloque motor del vehículo. Sin embargo, si el problema es extenso, será necesario que un profesional retire el bloque en un taller mecánico.
Paso 1
Limpiar la grasa superficial endurecida, la suciedad y otros residuos del bloque con un cepillo y una mezcla de detergente y agua caliente. En algunos casos, esto elimina la oxidación.
Paso 2
Alise las manchas de corrosión en las piezas del bloque de aluminio con un trozo de papel de lija grueso. Haz movimientos circulares y aplica una presión firme para obtener mejores resultados. Limpiar el polvo de aluminio con un paño húmedo después de terminar.
Paso 3
Sature la lana de acero sintética con lubricante a base de aceite. Con la lana, frote la oxidación restante. Llegue a las pequeñas esquinas y ranuras del bloque del motor con un cepillo de alambre. Limpie los residuos de aceite restantes con un paño húmedo.
Paso 4
Aplica una capa generosa de abrillantador de metales a una franela. Dedica el pulido de las partes de aluminio del bloque motor con la franela para obtener el acabado pulido deseado.
Paso 5
Reemplace el bloque del motor, si fuera necesario quitarlo. Si no tiene confianza para realizar esta tarea o no tiene experiencia en reparaciones automotrices, consulte a un profesional en servicios de carrocería automotriz.