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A veces, los pendientes con pendientes pueden atascarse en las orejas. Esto es aún más común en personas que recientemente se han perforado las orejas. A medida que el agujero cicatriza, produce líquido y la piel se endurece, lo que dificulta la extracción de los pendientes. La clave para quitarse los pendientes es ser paciente y amable. Una actitud grosera puede provocar lesiones o infecciones graves. Si la oreja está enrojecida, hinchada o con sangre, busque ayuda profesional, ya que estos síntomas indican una infección.
Paso 1
Lávese las manos con agua y jabón antibacteriano. Sécalos completamente. Esto previene la infección, especialmente si la punción es reciente y aún se está curando.
Paso 2
Humedezca un hisopo de algodón con agua tibia y páselo por el pendiente. Humedezca otro hisopo de algodón con desinfectante apto para piercings y límpielo en la parte delantera y trasera de la oreja, pasándolo también por debajo del pendiente y los troqueles, si es posible.
Paso 3
Sujete la clavija y, sosteniendo la parte delantera del pendiente y la oreja con la otra mano, intente girar la clavija hasta que se suelte. Gire el dado hacia adelante y hacia atrás hasta que se suelte del pendiente. Dale un pequeño tirón para aflojarlo. Use un hisopo de algodón con agua tibia para limpiar el área, si es deliciosa o dura mientras quita el tornillo. Si la piel a su alrededor se ha curado, vaya al médico.
Paso 4
Sostenga la parte delantera del pendiente y gírelo suavemente hasta que se desprenda. Limpia la parte delantera y trasera de la oreja con agua tibia y dale un ligero tirón al pendiente para quitarlo. Esto puede llevar un tiempo si el agujero está apretado.
Paso 5
Limpia tu oído con agua tibia y desinfectante. Séquelo con un paño suave y aplique una pomada antiséptica en el oído si está enrojecido o hinchado.