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Agregar demasiado jugo de limón a una receta puede hacer que el resultado final tenga un sabor demasiado agrio y amargo. Incluso un poco de ácido extra se puede acentuar en un plato, quitando el sabor original. Como no puede quitar el jugo de limón del plato, deberá intentar equilibrarlo con otros sabores. Agregar dulzura a una receta puede reducir considerablemente la acidez, especialmente en las salsas. Cualquier tipo de edulcorante, incluida la miel, el azúcar y el jarabe de arce, funcionará para este método.
Paso 1
Pruebe el plato para evaluar el sabor. Saber qué tan ácida es tu comida al principio te ayudará a reducir el sabor del jugo de limón.
Paso 2
Seleccione un edulcorante para el plato. Primero, tenga en cuenta la temperatura de la comida. Los alimentos calientes pueden tolerar el azúcar granulada, así como los edulcorantes líquidos como la miel, ya que derretirán los cristales de azúcar. Los alimentos fríos requieren un edulcorante líquido. También querrá equilibrar los sabores del plato. Por ejemplo, el azúcar sería una buena opción para una salsa para pasta a base de tomate, pero la miel puede ser una mejor opción para la salsa barbacoa.
Paso 3
Agregue una cantidad de edulcorante equivalente a un tercio del jugo de limón en el plato. Por ejemplo, si el plato contiene 3 cucharaditas de jugo de limón, agregue una cucharadita de edulcorante para comenzar. Luego pruebe el plato para ver si el ácido está lo suficientemente atenuado.
Paso 4
Agregue más edulcorante, aproximadamente una cucharadita a la vez, hasta que el sabor del jugo de limón se diluya a su satisfacción. El plato no tendrá exactamente el mismo sabor que si se hubiera preparado con menos ácido, pero la adición del edulcorante debería reducir la acidez.