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La glicerina te da la oportunidad de hacer jabones caseros sin ningún problema. Con una base de jabón, una fuente de calor y los aditivos que elijas, es posible crear tus propios jabones para vender, regalar o usar. La variedad abunda entre los jabones caseros, ya que hay muchos colores, aromas y formas diferentes que puedes utilizar.
Paso 1
Coloque la cantidad recomendada de agua en la mitad inferior del baño de agua. Coloque la parte superior sobre la inferior y coloque 500 gramos de base de glicerina en el interior. Dejar a fuego lento hasta que se derrita.
Paso 2
Agregue un octavo a un cuarto de pepitas de mica de colores mientras la base aún se está derritiendo. Revuelva suavemente para mezclar la mica con la base. Rocíe las burbujas que se formen con alcohol.
Paso 3
Retira la base del fuego una vez que se haya derretido por completo. Mezcle una cucharadita con una cucharada de aceites esenciales o aromáticos. Si no desea una fragancia fuerte, agregue la cantidad mínima.
Paso 4
Deje que la base se enfríe por completo. Revuelva con un palillo u otro utensilio delgado para evitar que se forme una película. Si lo desea, agregue una cucharada de hierbas, gel de aloe vera, vitamina E o manteca de karité. Derrita la manteca de karité o la cera de abejas a fuego lento, antes de agregar a la base fría.
Paso 5
Vierta la mezcla de jabón frío en los moldes de su elección. Algunas sugerencias son moldes para dulces, latas de comida para gatos y botes de plástico.
Paso 6
Deje que la mezcla se endurezca de tres a cuatro horas, desmolde y envuelva en papel film para almacenar.