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Las cebollas verdes tienen altos niveles de vitamina C y pertenecen a la familia "allium", que también incluye ajos, cebollas y puerros. Casi todas sus partes son comestibles, aunque después de lavarlas bien se cortan la capa exterior, la parte superior del verde y todas las raíces antes de colocarlo en un plato o en una ensalada.
Cultivo
Las cebollas verdes crecen durante el invierno en climas cálidos o cálidos y en verano en climas más fríos. La mayoría de los productores utilizan "bulbos" secos y pequeños, y los entierran a unos 3 cm de la parte superior del suelo. Las cebollas verdes que se cultivan en climas fríos son "días largos", mientras que las que se cultivan en climas más cálidos son "días cortos". A esta verdura también se le llama cebolleta, porque es uno de los primeros alimentos que se cosechan en esta temporada.
Usos
Además de dar un agradable sabor a cebolla, una cebolla verde picada le da un toque especial a una ensalada. Se usa en muchas culturas como guarnición, particularmente en la cocina mexicana, donde le da mucho sabor a las salsas. Al cortar, los cocineros agregan el bulbo de las cebolletas al final de la cocción, ya que las rodajas son pequeñas, finas y se cocinan rápidamente. Cuando se asa a la parrilla, las cebolletas tienen un sabor ahumado. Además, algunas personas usan la parte superior de las cebollas verdes en tortillas o encima del requesón.
Beneficios
Las cebollas verdes tienen importantes beneficios nutricionales. Tiene flavonoides que ayudan al cuerpo a producir glutatión, una sustancia que ayuda a limpiar el hígado y a transportar toxinas y compuestos cancerígenos fuera del cuerpo. El Departamento de Agricultura de EE. UU. Informa que una cebolleta verde promedio tiene 90 gramos de betacaroteno, 150 gramos de vitamina A, 171 gramos de luteína y 41 gramos de potasio. Una cantidad equivalente de cebolla cruda, por otro lado, no tiene beta caroteno ni vitamina A, solo un gramo de luteína y solo 20 gramos de potasio.
Advertencias
A medida que las cebollas verdes crecen en el suelo, que puede contener bacterias dañinas, lavar y quitar la capa exterior de la verdura reduce el riesgo de contaminación e intoxicación alimentaria. Además, los perros y gatos no deben comer cebollas ni ajos, ya que contienen compuestos que pueden provocar anemia.