Contenido
Ya sea en fútbol, rugby o fútbol, patear una pelota involucra los músculos del muslo (cuádriceps e isquiotibiales), así como los glúteos. Además, los músculos de la cadera y del pie, así como los hombros, actúan durante la preparación de la patada, el contacto y la patada posterior.
Preparación
Cuando corres para patear la pelota, das un último paso, apoyas un pie y golpeas con el otro, tirando de él hacia atrás para golpear la pelota. Los glúteos y los isquiotibiales, así como los aductores, controlan las caderas. Los isquiotibiales y los cuádriceps flexionan y extienden las rodillas y los flexores plantares flexionan los tobillos. Los músculos del abdomen y la espalda baja estabilizan el tronco y los deltoides alinean los hombros con el balón.
Contacto y seguimiento
La pierna que patea depende de los isquiotibiales, los aductores de la cadera y los glúteos para controlar la cadera durante el contacto y los isquiotibiales para extender la rodilla. Los músculos transfieren la fuerza a la pelota y, con suerte, llega a donde quieres completar un pase o marcar un gol.