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La reforma de Martín Lutero en el siglo XVI dio como resultado la formación de varios seguidores cristianos-protestantes que querían romper con la corrupción de la Iglesia Católica. Aunque dividido en muchos segmentos, la mayoría de las religiones protestantes mantuvieron los principios básicos del cristianismo dictados por la Iglesia Católica. La Iglesia Metodista se formó alrededor de 1700, como una ruptura con la Iglesia Anglicana y, como otros segmentos protestantes, es similar al catolicismo. Sin embargo, hay varios factores que los distinguen.
Salvación
La Iglesia Católica requiere el bautismo como requisito para recibir la gracia de Dios. La gracia se puede perder a través del pecado, y la penitencia es necesaria para rectificarlos y recibir la gracia divina. Si el individuo muere antes de hacer penitencia, su alma va al purgatorio, un lugar entre el infierno y el cielo. Allí, se puede lograr la reconciliación para entrar al cielo. La Iglesia Metodista, por otro lado, afirma que, además del amor de Cristo, las acciones y los servicios en la tierra son indicadores de la aceptación del individuo en el cielo, y las penitencias no son necesarias.
Sacramentos
La Iglesia Católica define siete sacramentos dictados por Jesucristo para preparar las almas de los creyentes para recibir el amor de Dios. Son: bautismo, confirmación (o confirmación), eucaristía, reconciliación (o penitencia), unción de los enfermos, orden y matrimonio. La Iglesia Metodista reconoce dos sacramentos: el bautismo y la comunión.
Doctrina
Tanto la Iglesia Católica como la Metodista utilizan el antiguo y nuevo testamento de la Biblia como fuente de escritura. Además, los católicos reconocen el Vaticano, el Concilio de Trento, los cardenales, obispos y sacerdotes como una forma de doctrina. Los metodistas afirman que las palabras escritas en la Biblia son las únicas escrituras sagradas.
Santos
Las dos iglesias reconocen el servicio y la sabiduría de las personas canonizadas como santos. Los miembros de la Iglesia Metodista agradecen a Dios que fueron enviados a la Tierra para enseñar, mientras que los católicos solicitan a los santos que oren por otros para recibir ciertas bendiciones o ayuda. Los metodistas enfocan su devoción solo en la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y una línea directa de oración entre el creyente y Dios.