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Claude Monet es una de las figuras más conocidas y representativas del impresionismo. Monet fue un pintor francés que trabajó durante la última mitad del siglo XIX y hasta su muerte en 1926. La obra de Monet se caracteriza por su interés por el color y la naturaleza. Sus pinturas representan el mismo tema pintado en diferentes momentos del día.
Impresionismo
La principal característica de la obra de Monet es su apuesta por el impresionismo y sus premisas básicas, como el foco en la pincelada, la textura y la luz. Este enfoque pasó del sujeto (un barco, un paisaje o una persona) a cómo se comporta la pintura en un lienzo. El arte de Monet busca capturar lo que ve el ojo y los cambios dinámicos del paisaje según la perspectiva y la luz.
Naturaleza
El trabajo de Monet se centra principalmente en escenas de la naturaleza. Incluso en sus primeras obras, que presentaban formas humanas, el mundo natural recibió tanta atención como los modelos humanos. Sus cuadros más famosos, como su serie de pajares y nenúfares, son interpretaciones exclusivamente naturales. Monet también tenía un interés de larga data por el agua, que pintó en todas sus formas, desde ríos turbulentos hasta la plácida superficie de su propio lago.
Usos del color
Las pinturas de Monet se destacan por el hecho de que no utilizó el método tradicional claro-oscuro, que crea un efecto tridimensional utilizando luces y sombras. En cambio, Monet utilizó bloques de color ininterrumpidos de formas inesperadas para crear paisajes vibrantes pero planos. Para Monet y otros impresionistas, el color no era intrínseco a un objeto, sino que estaba determinado por la calidad de la luz que reflejaba. Monet también evitó las líneas notables en sus pinturas, prefiriendo el uso de puntos y trazos de color para determinar las formas.
Repetición de imágenes
Monet también es conocido por sus pinturas repetidas del mismo objeto en diferentes momentos del día, reflejando cambios de color y luz. Una de sus series de pinturas más conocidas es la de Pajares en el campo, pintados a lo largo del día y durante varios días bajo diferentes calidades de luz. Monet también pintó una serie de álamos y la catedral de Rouen. Cerca del final de su vida, Monet dedicó todo su tiempo a pintar su propio lago durante el año pasado.