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Cuando el clima se vuelve frío, los reguladores de gas pueden terminar congelándose. Durante este proceso, el regulador pierde presión debido a las bajas temperaturas y se obstruye con hielo seco o cristales de nieve formados. Esto sucede cuando el CO2 de alta presión, contenido en el tanque, interactúa con la baja presión del regulador. Afortunadamente, hay varias formas de evitar que se congele. Los reguladores reductores de presión de gas disminuyen la presión de CO2 mientras simultáneamente mantienen la temperatura del gas por encima de la temperatura de congelación del agua, utilizando un adaptador de emisión de calor. El uso de labios de goteo cubre las aberturas del regulador. Los calentadores de gas mantienen la temperatura del regulador.
Paso 1
Conecte un regulador-reductor de presión a la manguera que alimenta el tanque, de acuerdo con las instrucciones del fabricante. El regulador mantendrá la temperatura del gas por encima de la temperatura de congelación.
Paso 2
Instale un goteo labial en la manguera que abastece al tanque, según las instrucciones del fabricante. Un goteo de labios actúa como un escudo para abrir la ventilación del regulador y evita que se congele durante heladas profundas o tormentas de nieve.
Paso 3
Conecte el calentador de CO2 o gas a la línea que abastece al tanque. El calentador aislado mantiene la temperatura a 70 ° C, evitando que el gas se congele.