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Los guisantes son plantas del cultivo de clima fresco que forman parte de la familia de las leguminosas. Aunque a muchos jardineros les gusta tener los guisantes frescos de la vid, pueden deshidratarse fácilmente y almacenarse para su uso durante todo el año. Secar los guisantes es una de las formas más sencillas de almacenarlos, ya que no es necesario enlatarlos ni utilizar otros equipos especiales en la preparación. Puede convertirlos en sopa y otros platos cocinados mucho después de que el jardín deje de producir en invierno.
Hacer guisantes secos
Paso 1
Deje que los guisantes maduren en el viñedo durante aproximadamente un mes más de lo que suele hacer cuando los cosecha y úselos frescos. Recoja las vainas de guisantes cuando empiecen a secarse y las oiga traquetear.
Paso 2
Abra la vaina y extienda los guisantes en hojas de toallas de papel. Déjelos curar en un lugar cálido y seco durante dos semanas.
Paso 3
Coloque los guisantes secos en una bolsa de plástico con cremallera o en un recipiente herméticamente cerrado. Guárdelos en un lugar fresco y seco hasta que estén listos para usar.
Cocinar guisantes secos
Paso 1
Coloque dos tazas de guisantes secos en una olla. Llénelo con seis vasos de agua y tápelo. Déjelo reposar durante la noche a temperatura ambiente para que se remoje y se prepare para cocinar.
Paso 2
Retire los guisantes del agua. Llena la olla con seis vasos más de agua fresca y agrega una cucharada de aceite de cocina para evitar la formación de espuma. Utilice el tipo de aceite que prefiera.
Paso 3
Cubra la sartén y colóquela en una estufa. Lleva la olla a ebullición. Cocine a fuego lento durante 30 minutos a dos horas, o hasta que los guisantes estén listos.
Paso 4
Licúa los guisantes cada 30 minutos mientras cocinas. Los guisantes están listos para comer cuando estén lo suficientemente blandos como para pincharlos con un tenedor.