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Las manijas de metal de las puertas, especialmente las que se encuentran en las casas antiguas, pueden conservar años de pátina e incluso estar cubiertas por varias capas de pintura. Con la ayuda de una olla de cocción lenta, agua y detergente, la pintura pegada se puede quitar fácilmente para que se recuperen los detalles originales que le dan carácter a un hogar. Este método funciona para todo tipo de pestillos de metal o latón, desde manijas de puertas hasta placas y bisagras, desde cerraduras hasta aldabas. Cuando se trabaja con materiales que contienen varias capas de pintura, existe una alta posibilidad de que algunos de ellos estén a base de plomo si la pieza es anterior a 1980. Es importante tener cuidado y usar equipo de protección, como guantes y máscaras, al trabajar con materiales para exponer la tinta.
Paso 1
Retire el pomo de latón de la puerta, primero colocando los tornillos y luego quitando suavemente la pintura alrededor y en el centro de ellos para desenroscarlos con un destornillador.
Paso 2
Si la perilla permanece unida a la puerta después de quitar los tornillos, use el destornillador para aflojarla suavemente y afloje con uno de los orificios para tornillos.
Paso 3
Remoje la perilla en una olla de cocción lenta, agregando agua para cubrir las partes metálicas por al menos 1 pulgada. Agregue bastante detergente para lavar platos (aproximadamente 1/4 taza). Ponga la olla de cocción lenta a fuego lento, cúbrala con la tapa y deje que las piezas de metal se remojen durante seis a 10 horas durante la noche.
El agua caliente y el detergente trabajan para aflojar la pintura lentamente, lo que facilita el desprendimiento de las piezas originales.
Paso 4
Desenchufe la sartén, póngase guantes protectores y retire con cuidado el mango de metal. La pintura debe desprenderse fácilmente y pelar la pieza original.
Paso 5
Frote las grietas y hendiduras detalladas con una mano enguantada y use pinzas para aflojar la pintura en lugares más pequeños y difíciles de alcanzar. Si quedan residuos en áreas pequeñas, sumerja la pieza durante otra hora antes de intentar quitar la pintura nuevamente.
Paso 6
Enjuague y seque las partes metálicas. Para desechar el agua potencialmente contaminada con plomo, primero fíltrela a través de un filtro de tela antes de tirarla al desagüe o al inodoro. Para cantidades limitadas de residuos filtrados, colóquelos en una bolsa reforzada y deséchelos con la basura doméstica.
Si le gusta la pátina y el aspecto gastado de la manija, está listo para reinstalar las placas en la puerta. Para un acabado más brillante, use un pulidor de metales que recuperará más el brillo original.
Paso 7
Limpia y pule la perilla de metal hasta que el brillo del acabado te agrade.
Paso 8
Atornille con cuidado la manija limpia en su lugar en la puerta.