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Los callos se desarrollan en las almohadillas de las patas de los perros cuando caminan, sin protección, sobre superficies rugosas. Pavimentos u hormigón caliente en verano y superficies más frescas en invierno. Todas estas superficies ayudan a espesar los cojines y a crear callos. Cuando es normal, los callos protegen las almohadillas sensibles de la presión y los daños. Sin embargo, en ocasiones se vuelven gruesas o irregulares y provocan dolor, especialmente en perros mayores o en aquellos que pasan muchas horas de pie. La mayoría de los veterinarios prefieren utilizar tratamientos para acabar con el problema, recurriendo a la cirugía solo en caso de infección.
Paso 1
Prepara una solución para bañar las piernas diariamente con media taza de sales de Epsom por 2 litros de agua tibia. Las sales de Epsom están compuestas por sulfato de magnesio, que actúa como exfoliante natural, reduce el dolor y la hinchazón, además de limpiar y suavizar la piel.
Paso 2
Masajee las almohadillas con una crema mientras aún están húmedas. Utilice una crema hidratante específica para aplicar en las almohadillas de las patas del perro. Estas cremas contienen lanolina, colágeno y ceras naturales. Distrae al perro durante media hora para que el producto se absorba en la piel.
Paso 3
Dele al perro un suplemento de zinc para mantener la piel sana. Estos suplementos se pueden comprar en clínicas veterinarias y tiendas de mascotas. Algunas razas, como los huskies siberianos y los malamutes de Alaska, tienen defectos genéticos que impiden la absorción de zinc. Otras razas pueden carecer de zinc si comen alimentos de baja calidad o toman suplementos de calcio.
Paso 4
Ponle zapatos a tu perro para caminar sobre superficies duras. Al animal le resultará mucho más cómodo caminar sobre aceras frías o calientes, así como sobre rocas y terreno irregular. Use zapatos livianos en verano e impermeables en la temporada de lluvias. Las suelas deben estar ligeramente acolchadas para proporcionar un alivio adicional.
Paso 5
Evite la reaparición de callosidades con la aplicación semanal de tratamientos en las patas del perro. Tenga cuidado de que las patas desprotegidas no entren en contacto con superficies duras durante más de una o dos horas a la vez. Si el perro tiene sobrepeso, una dieta puede ayudar a aliviar la presión en los pies.