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Aunque es necesario para cocinar, el aceite tiende a dejar residuos desagradables en los platos de vidrio y para hornear. El aceite quemado o tostado parece copiar las habilidades de supervivencia de las cucarachas y es impermeable a muchas soluciones de limpieza tradicionales. Pero el aceite tendrá los días contados cuando un poco de bicarbonato de sodio pase a la historia. Donde falla el detergente, el bicarbonato de sodio y el agua penetrarán en el aceite, dejando sus platos limpios y sin residuos.
Paso 1
Moja tu plato de vidrio con agua caliente. No es necesario remojarlo en agua, solo asegúrese de que esté mojado colocándolo bajo agua corriente.
Paso 2
Vierta una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio sobre el área con el aceite quemado. La revista Reader's Digest sugiere usar dos cucharadas. Si la mancha de grasa es pequeña, puede usar menos, siempre que el bicarbonato de sodio cubra completamente el área.
Paso 3
Deje reposar el bicarbonato de sodio en el plato durante cinco a 10 minutos. Frote cada mancha con una esponja y agua caliente. Si la grasa no se elimina por completo, repita el proceso nuevamente.