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El índice de rentabilidad es una técnica de presupuestación de capital que compara el valor presente de los flujos futuros con el flujo inicial, en términos de relación. El índice se calcula dividiendo el valor actual de los flujos de efectivo por la inversión inicial en un proyecto. Aceptar proyectos con índice de rentabilidad mayor a 1 y rechazar aquellos con índice menor a 1. Escoger alternativas con índice de rentabilidad mayor, porque generan mayor beneficio por unidad de inversión.
Fácil de comprender
El índice de rentabilidad lo entienden fácilmente las personas con un conocimiento mínimo de finanzas, ya que utiliza una fórmula de división simple. El cálculo del índice de rentabilidad requiere solo el valor de la inversión inicial y el valor presente de los flujos de efectivo. La decisión de realizar o rechazar un proyecto depende de si el índice de rentabilidad es superior o inferior a 1.
Valor del tiempo
El cálculo del valor presente de los flujos de efectivo implica descontar los flujos de efectivo por costos de oportunidad. Esto tiene en cuenta el valor del dinero en el tiempo. Un real vale más ahora que en el futuro, porque se puede invertir para generar interés. El valor del dinero también se ve afectado por la inflación a lo largo del tiempo y, por lo tanto, es importante considerar el valor del tiempo para poder realizar inversiones rentables.
Comparaciones incorrectas
La principal desventaja del índice de rentabilidad es que puede conducir a decisiones incorrectas al comparar proyectos mutuamente excluyentes. Es un conjunto de proyectos para los que, como máximo, se aceptará uno, el más rentable. Las decisiones tomadas fuera del índice de rentabilidad no muestran cuál de los proyectos mutuamente excluyentes tiene la menor duración de amortización. Esto lleva a elegir un proyecto con un período de recuperación más largo.
Costos de capital estimados
El índice de rentabilidad requiere que un inversor estime el costo de capital para poder calcularlo. Las estimaciones pueden estar sesgadas y, por lo tanto, ser inexactas. No existe un procedimiento sistemático para determinar el costo de capital de un proyecto. Las estimaciones se basan en supuestos que pueden diferir entre inversores. Esto puede llevar a decisiones inconsistentes cuando las suposiciones no se respaldan en el futuro.