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La hormona estimulante de la tiroides (TSH) es producida por la glándula pituitaria (en la base del cerebro), para regular la cantidad de hormonas tiroideas en la sangre y ayudar a controlar la velocidad a la que el cuerpo usa energía. La TSH de tercera generación se refiere a una prueba de laboratorio que mide la cantidad de esta hormona en la sangre incluso en concentraciones muy bajas.
Importancia
La prueba de TSH de tercera generación difiere de las pruebas de primera y segunda generación porque tiene una sensibilidad funcional (la concentración de TSH más baja que la prueba puede medir con precisión) de 0.01 a 0.02, que es más baja que otras pruebas de TSH.
Ocupación
Los médicos usan los resultados de la prueba de TSH de tercera generación para buscar trastornos en la glándula tiroides y monitorear los niveles hormonales de los pacientes que usan medicamentos para la tiroides. En las mujeres, también ayudan a diagnosticar y controlar los problemas de infertilidad.
Beneficios
Los niveles bajos de TSH de tercera generación indican que la glándula está hiperactiva (hipertiroidismo) o, por el contrario, que está poco activa (hipotiroidismo). Ambos problemas provocan síntomas como fatiga y nerviosismo y pérdida y aumento de peso. Después de hacer un diagnóstico basado en los resultados de esta hormona, el médico puede recetar medicamentos para mantener los niveles hormonales bajo control y eliminar los síntomas.
Preparación
Ciertos medicamentos pueden interferir con los resultados de las pruebas de TSH de tercera generación. Antes de tomar muestras de sangre, los pacientes deben informar al médico de cualquier medicamento que estén tomando.
Consideraciones
Los médicos pueden requerir pruebas adicionales para hacer un diagnóstico final de problemas de tiroides. Por lo general, la prueba de TSH de tercera generación se realiza junto con las pruebas de tiroxina (T4) y triyodotironina (T3) para obtener una imagen más amplia de la salud de la glándula tiroides.