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Los tomates son plantas fáciles de cultivar que generalmente crecen en jardines traseros. Sin embargo, esta planta está sujeta a varios problemas, incluidas las hojas rizadas. Si el follaje de su tomate comienza a rizarse, averigüe la causa para que pueda tratarlo adecuadamente. Este problema se debe a varias razones, como un control inadecuado del cultivo, plagas, daños químicos o el virus de la hoja rizada del tomate (ToLCV). Trate el problema de inmediato para que su planta pueda recuperar la salud y el vigor, y continúe produciendo tomates sabrosos.
Instrucciones
Paso 1
Examine su tomate en busca de insectos chupadores, como saltahojas que causan follaje arrugado o rizado, o los pulgones de la papa que envuelven las hojas y hacen que se caigan prematuramente. Los saltahojas tienen forma de cuña de color verde y miden aproximadamente 10 mm, mientras que los pulgones son rosados o verdes y miden de 3 a 4 mm. Rocíe las infestaciones con jabón insecticida o aceite de neem para eliminar las plagas. Retire las plantas infestadas o dañadas para evitar que se propaguen.
Paso 2
Riega el tomate con regularidad, especialmente en períodos de calor y sequía severa para evitar la deshidratación y que las hojas se encrespen. Las hojas de las plantas que carecen de agua se enrollan para conservar la humedad. Similar a la falta de agua, el follaje de tomate regado en exceso se encrespa debido al exceso de humedad o al drenaje deficiente del suelo. Plante tomates en un suelo bien drenado para evitar inundaciones y bríndeles agua todas las semanas.
Paso 3
Examine el follaje rizado en busca de bordes amarillos que indiquen la presencia del virus ToLCV. Se transmite por moscas blancas que saltan de una planta a otra, propagando la infección. Extienda una red de 0,25 mm o más delgada sobre las plantas para evitar que estas moscas accedan. Aplicar un insecticida con imidacloprid o carbamato para controlar el contagio, eliminando los restos vegetales cercanos al tomate y destruyéndolos.
Paso 4
Revise las hojas inmediatamente después de aplicar el herbicida 2,4-D a las malezas cercanas para determinar si las hojas se rizan. Este herbicida causa graves daños a la planta, provocando que las hojas se retuerzan, se enrollen y se vuelvan hacia arriba. Riegue la planta contaminada con frecuencia para superar la lesión. Cubre el tomate con una lona al rociar plantas no deseadas a su alrededor, para evitar salpicar el herbicida.