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Un callo es una burbuja de líquido que se forma debajo de la piel para protegerla de lesiones.Aunque forman parte de las defensas naturales del organismo, pueden resultar dolorosas e interrumpir la rutina diaria. La mayoría de los callos son solo pequeñas molestias, pero hay algunos que son peligrosos y pueden encenderse. Los callos detrás o debajo del talón pueden hacer que las actividades cotidianas, como caminar, sean tareas bastante difíciles. Además, debido a su ubicación, son propensos a encenderse, abrirse e infectarse. Si tiene un callo en el talón, debe tener mucho cuidado al tratarlo. Si permanece intacta, la barrera protectora formada por el suero ayudará a acelerar el proceso de curación, pero si se abre, necesitará un cuidado especial para prevenir infecciones.
Paso 1
Déjalos. Los callos son la defensa natural del cuerpo contra las lesiones. Un callo se forma cuando la piel se irrita por cualquier cosa, desde alergias y enfermedades hasta medicamentos o hechos cotidianos. Si la burbuja de líquido permanece intacta, la piel debajo se curará sola. Siempre que sea posible, permita que el callo esté en contacto con el aire, lo que acelerará el proceso de curación, y cuando necesite usar un zapato o cubrirlo con un calcetín, protéjalo con vendajes. Para los callos en la planta del pie, humedezca con Mole Skin.
Paso 2
No arranques la piel muerta. Después de unos días, la ampolla formada por el callo comenzará a aplanarse a medida que la piel del fondo comience a sanar. Cuando esto sucede, la capa superior de la piel se secará. Esta piel muerta eventualmente se desprenderá, como la piel de una herida. No elimine la piel muerta tirando o cortándola. Está envuelto y adherido a una piel sana, y eliminarlo puede causar inflamación y posiblemente una infección. Deje que la piel muerta se caiga por sí sola.
Paso 3
Desinfecta un callo abierto. Si su callo se abre y el líquido gotea, desinfecte el área. Limpiar con agua y jabón y secar suavemente con una toalla limpia. Aplicar una crema antibiótica y dejar respirar el callo. Trate un callo abierto como una herida y desinféctelo al menos dos veces al día.
Paso 4
Protege tu callo. Cuando no pueda dejarlo en contacto con el aire, protéjalo. Utilice una fina capa de crema antibacteriana y aplique un vendaje. Para los callos más sensibles, es posible que deba proteger con piel de topo.
Paso 5
Use zapatos adecuados. Para los callos en el talón, evite usar zapatos que interrumpan el proceso de recuperación. Siempre que sea posible, use zapatos que no toquen sus tacones o pantuflas. Si necesita usar zapatos cerrados, use vendajes y amortiguadores en la herida, como se explica en el paso 4.
Paso 6
Cuidado con las infecciones. Los síntomas físicos de la infección incluyen náuseas y fiebre. Además, vigile el callo para ver si muestra signos de infección, como aumento de la inflamación, presencia de sangre o pus o aumento del dolor. Si nota que se forma una línea roja alrededor del callo, es posible que tenga una infección bacteriana. Si alguno de estos síntomas está presente, comuníquese con su médico de inmediato.