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La radiculitis cervical es la compresión de las terminaciones nerviosas sobre siete vértebras de la columna, que se denominan vértebras cervicales. La radiculitis ocurre cuando los discos espinales se presionan contra los nervios de la médula espinal y se puede sentir en el cuello, donde se encuentran las vértebras cervicales.
Síntomas
Según MedlinePlus, el dolor de la radiculitis cervical se puede sentir como un ligero hormigueo, dolor irritante o una sensación de ardor o pulsación. El dolor puede ser lo suficientemente intenso como para que no pueda moverse, lo que en algunos casos sí. Otro síntoma probable es el entumecimiento en el área afectada.
El dolor específico de la radiculitis cervical es dolor al mover el cuello, dolor profundo cerca del hombro o por encima del hombro, dolor en el brazo y el antebrazo y, en casos raros, dolor que se irradia hacia los dedos.
El dolor suele comenzar lentamente y puede empeorar con las actividades cotidianas, como estornudar, reír o toser. Una enfermedad relacionada es una hernia de disco que también puede ocurrir en la zona lumbar.
Diagnóstico
El diagnóstico de radiculitis cervical se realiza mediante varios métodos, incluida una resonancia magnética, que le permitirá a su médico ver lo que está sucediendo en su columna vertebral. El médico también puede realizar una tomografía computarizada de la columna.
Una prueba de compresión, llamada prueba de Spurling, es un método común para determinar si tiene radiculitis cervical. En el examen, el paciente dobla el cuello de lado a lado y de adelante hacia atrás, mientras que el examinador aplica una presión muy ligera sobre la cabeza. El aumento del dolor o el entumecimiento es una señal de que padece radiculitis cervical. Esto se considera un resultado de prueba "positivo".
A veces, su médico solo necesita realizar un examen físico simple y revisar su historial médico para averiguar si padece radiculitis cervical o no.
Tratamiento
Los tratamientos para la radiculitis cervical varían según la gravedad de los síntomas. El reposo y los fármacos antiinflamatorios, como Advil, acompañados de fisioterapia, son suficientes para la mayoría de los casos. Entonces podrá volver a sus actividades normales sin dolor persistente.
Un pequeño número de pacientes necesita cirugía o inyecciones de esteroides en la columna para aliviar el dolor causado por la radiculitis cervical. Los esteroides también se pueden aplicar en forma de píldora en lugar de inyección.
La cirugía se usa solo cuando la radiculitis cervical no responde a otros métodos de tratamiento.