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La frecuencia cardíaca fetal es un indicador importante de la salud de un bebé dentro del útero. Debido a que la única forma de realizar un seguimiento del bienestar fetal antes del nacimiento es mediante la ecografía y el monitoreo, la frecuencia cardíaca fetal es una forma en que los proveedores médicos pueden determinar si el feto está en peligro o no. Aunque es posible que un aumento en la frecuencia no determine cuál es el problema, le da al médico una idea de qué situaciones explorar.
Frecuencia cardíaca normal
La frecuencia cardíaca normal para la mayoría de los fetos durante los períodos de crecimiento es de 110 a 160 latidos por minuto. Una frecuencia por encima o por debajo de este rango normal puede ser preocupante y debe ser monitoreada y examinada cuidadosamente. Hay varias formas de controlar la frecuencia cardíaca fetal, según el tamaño y el desarrollo del bebé. Un estetoscopio, fetoscopio, ecografía o Doppler pueden determinar con mucha precisión los latidos del corazón de un feto dentro de un cierto rango. Ocasionalmente, la frecuencia cardíaca fetal caerá por debajo o por encima de este rango normal durante unos minutos, y esta no es necesariamente una condición que deba dar una alarma, pero un patrón o un período prolongado de tiempo en esta situación puede indicar un problema grave.
Medicamento
Los medicamentos indicados para la madre durante el embarazo pueden afectar la frecuencia cardíaca fetal. Aquellos que están diseñados para detener el trabajo de parto prematuro, como la terbutalina, son conocidos por estimular el corazón del feto y pueden hacer que la frecuencia cardíaca se eleve muy por encima de los niveles normales. Otros medicamentos con agentes estimulantes también pueden causar taquicardia fetal.
Hipoxia fetal
La taquicardia, o latidos cardíacos rápidos, puede ser el resultado de una variedad de cosas. Uno de ellos es la hipoxia fetal. Esta es una condición en la cual el feto no puede recibir una oxigenación adecuada por una variedad de razones, que incluyen contracciones durante el parto, separación prematura de la placenta, prolapso del cordón umbilical o hipotensión materna debido a que la madre recibe una epidural y está acostada. espalda durante el parto.
Nacimiento prematuro
Los bebés que nacen prematuramente no están completamente desarrollados y, a menudo, tienen una variedad de problemas. Uno de estos problemas es un sistema nervioso subdesarrollado, lo que provoca dificultades en la respiración, la circulación y la regulación de la temperatura. El latido del corazón fetal en los bebés prematuros suele ser taquicárdico, ya que sus sistemas nerviosos no pueden regular adecuadamente el corazón.
Estrés materno
Los bebés de madres con altos niveles de estrés también pueden tener patrones de taquicardia. El estrés materno extremo puede provocar una liberación de adrenalina en la madre, que puede atravesar la barrera placentaria y afectar al feto. Es poco probable que se produzca un daño extremo por taquicardia fetal, a menos que la madre se exponga repetidamente a situaciones estresantes, sometiendo al feto a grandes dosis de adrenalina.