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Hipoglós es un medicamento en pomada que se usa para bebés. Uno de sus principales productos químicos es el óxido de zinc. Si un padre u otro cuidador sospecha que un bebé se ha tragado Hipoglós, debe vigilar al niño para ver si tiene los efectos de la intoxicación por óxido de zinc. Si nota algún efecto grave, debe llamar a un médico de inmediato.
Gritos constantes
Un síntoma que indica la ingestión de la pomada, que conduce a la intoxicación por óxido de zinc, son los dolores de cabeza. Dado que los bebés solo pueden expresar el dolor gritando, un bebé que llora puede tener dolor de cabeza. Los cuidadores generalmente comprenden la diferencia entre el llanto diferente de cada bebé; si un llanto doloroso continúa durante un período prolongado, a pesar de los esfuerzos por consolar al niño, es posible que sienta dolor.
Vómitos
El cuerpo del niño intentará rechazar el óxido de zinc, lo que provocará vómitos. La cantidad de vómito puede depender de la cantidad de hipogloso ingerido. Si son intensos y sanguinolentos o persisten durante un período prolongado, consulte a su médico.
Debilidad
Un bebé siempre alegre que se debilita puede ser víctima repentinamente de una intoxicación por óxido de zinc. Puede estar intentando jugar y no puede conseguir sus juguetes habituales. Si la debilidad se acompaña de otros síntomas, es posible que haya ingerido Hipoglós.
Fiebre
La fiebre en los niños es una señal de que algo anda mal. Si el bebé tiene fiebre acompañada de otros síntomas, puede estar sufriendo una intoxicación por óxido de zinc. Si la cantidad ingerida no está determinada o si el cuidador cree que el bebé puede estar sufriendo una intoxicación, se debe alertar al médico.
