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Los gatos son expertos en enmascarar enfermedades y los síntomas notables a menudo no aparecen hasta que los gatos están muy enfermos. Conocer y reconocer los síntomas de una infección en los gatos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de las mascotas.
Fiebre
El síntoma más revelador de algún tipo de infección en un gato es la presencia de fiebre. La temperatura normal de los gatos oscila entre los 38 y los 39 ºC. Si no es posible tomar la temperatura del felino con un termómetro, tóquelo en las orejas, las almohadillas (almohadillas en las plantas de los pies) y el vientre. Si estas áreas están muy calientes, es probable que el gato tenga fiebre.
Letargo
Conoce el nivel de actividad normal de tu gato. Si el grado de actividad disminuye, es posible que el animal esté enfermo. Cuando el gatito deja de jugar, se esconde o no busca actividades comunes, se debe programar una visita al veterinario.
Pérdida de apetito
Los gatos con una infección acompañada de fiebre suelen dejar de comer. Los felinos que no se alimentan durante más de 24 horas pueden desarrollar una condición crítica llamada lipidosis hepática (hígado graso). Si tu gato no come durante más de un día, llévalo al veterinario.
Tercer párpado
Los felinos tienen un "tercer párpado" llamado membrana nictitante. Por lo general, solo es visible cuando el gato está enfermo o tiene una infección ocular grave. Si el tercer párpado del animal es aparente, es una señal probable de que el gato está experimentando algún tipo de enfermedad o infección.
Otros sintomas
Tos, secreción nasal (especialmente incolora), cojera, respiración superficial o rápida, vómitos y diarrea también pueden ser síntomas de una infección.