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Las cacatúas, como otras aves domésticas, son susceptibles de envenenamiento por innumerables productos caseros. Si lleva a su ave al veterinario rápidamente, generalmente puede revertir los efectos del envenenamiento por sustancias como plomo, zinc y cobre. Es importante reconocer los síntomas asociados con las toxinas para brindarle a su mascota el cuidado que necesita.
Mecanismo de supervivencia
Al monitorear los síntomas de su ave, sepa que a menudo enmascaran sus síntomas como una técnica de supervivencia. En la jungla, un animal enfermo o herido es el objetivo de los depredadores, por lo que aves como las cacatúas han aprendido a ocultar sus síntomas para evitar a los depredadores. Aunque su pájaro no muestra los signos, puede estar muy enfermo. Si le preocupa que su ave haya ingerido o haya entrado en contacto con una toxina, no espere hasta que aparezcan los síntomas para llevarlo al veterinario.
Comportamiento y letargo
Aunque las aves a menudo ocultan los síntomas de la enfermedad, aún es posible reconocer los signos de intoxicación. Una cacatúa que ha ingerido toxinas puede comportarse de forma extraña. Ella puede reaccionar de manera extraña ante usted u otras aves. El comportamiento es uno de los mejores indicadores de la salud de su mascota, así que esté atento a los cambios y discútalos con su veterinario. Su pájaro puede parecer deprimido y desinteresado en el juego. Un pájaro envenenado también puede volverse muy débil y tener dificultades para mantener el equilibrio o volar. Si encuentra que su mascota está muy letárgica o parece deprimida, llévela al veterinario.
Digestión
Las toxinas también alterarán el sistema digestivo de las aves. Los cockatiels pueden experimentar pérdida de apetito, resultando en pérdida de peso. Compruebe si su mascota come y bebe normalmente, ya que también puede producirse deshidratación. Su cockatiel puede sufrir diarrea y vómitos. Revise sus heces en busca de signos de problemas digestivos, incluidos cambios en la textura, el color y el olor.
Convulsiones
Un ave que ha ingerido toxinas puede sufrir convulsiones. Durante una convulsión, el cuerpo de su ave puede endurecerse y caer. También puede temblar o moverse sin la capacidad de controlar sus movimientos. También puede perder el conocimiento o hacer ruidos extraños.