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El jade es una piedra preciosa que inspira muchos mitos y simbolismos. Tiene un amplio espectro de colores y ha sido venerado durante aproximadamente 7.000 años. Se ha utilizado en piezas artísticas, joyería y accesorios, como amuletos de la suerte, horquillas y peinetas, en esculturas y como parte de ceremonias religiosas, en la antigua China y en muchas otras culturas. Su significado y poder son multifacéticos; Las pulseras son solo una de las muchas formas de usar la piedra como adorno protector.
Historia
En la antigua China, el jade se conocía como "yu" o "joya real". Su valor era comparable al de los diamantes o el oro en la cultura occidental. Su resistencia lo hacía ideal para su uso en armas y herramientas. Pero su belleza la transformó en una piedra de ornamentación popular, decorando imágenes religiosas, tumbas de importantes miembros de la familia imperial y joyas.
Se ha considerado una piedra poderosa y se ha utilizado en ceremonias rituales en China desde el 5000 a.C. Los chinos creían que el jade tiene el poder de proteger el cuerpo y el espíritu, tanto de los vivos como de los muertos.
También fue extremadamente popular en otros continentes. En Centroamérica, los mayas, aztecas y olmecas lo valoran más que el oro. En Nueva Zelanda, las tribus indígenas maoríes tallaron jade nativo en armas e instrumentos de culto. Los antiguos egipcios le atribuyeron el poder de cultivar la paz interior, el equilibrio y el amor.
Simbolismo
En la antigua China, la gente usaba la piedra para protegerse del mal. Fue tallado en pequeños discos simbólicos llamados "pi", que se usaban en ceremonias religiosas. Muchos chinos usaban colgantes y adornos de jade para indicar el estatus social.
Aún permanecen creencias antiguas relacionadas con el poder de la piedra, incluida la práctica de usar brazaletes de jade para protegerse. Los padres chinos suelen regalar a sus hijas o hijos brazaletes con la piedra para recordarles la protección y el amor de sus padres.
La piedra se considera un símbolo de lo bello y lo precioso, incorporando las virtudes de Confucio: coraje, compasión, humildad, sabiduría y justicia.
Tipos de jade
Hay dos variedades de jade: jadeíta y nefrita. La nefrita es la más común, su valor depende más de la calidad artística involucrada en el modelado y escultura de la pieza que de la piedra misma.
Sin embargo, la jadeíta es más valorada por su mayor calidad de translucidez y sus tonos verdes profundos. La mayoría de las joyas están hechas de jadeíta, en lugar de nefrita.
Características importantes
Además del color de la piedra, hay varias características que deben tenerse en cuenta al evaluar su valor, especialmente la jadeíta, el tipo de jade más valioso.
Las cualidades que se deben comprobar son un acabado suave, textura homogénea, translucidez, transparencia similar a la de la miel y una coloración intensa y uniforme. Cualquier jade con textura manchada, turbidez, color opaco o pequeñas grietas se considera menos valioso.
Variaciones de color
El jade nefrita suele ser verde, a veces gris verdoso o de un tono más oscuro. También viene en tonos rojos, blancos o amarillos. La jadeíta suele ser verde, pero también se puede encontrar en tonos rosados o blancos, además de marrones, violetas, negros y rojos.
La homogeneidad cromática de la pieza incide en su valor. El mejor jade tiene un color sólido y uniforme. En Europa y Estados Unidos, las piezas más preciadas son las verdes: manzana, espinaca o verde esmeralda. En Asia, sin embargo, los jades más apreciados son los que son puramente blancos o de un delicado amarillo, con suaves tonos de rosa. En joyería, el jade-lavanda es popular.