Contenido
Ciertos tipos de utensilios de cocina y utensilios de cocina son propensos a oxidarse, especialmente el hierro fundido y esmaltado. El esmalte es esencialmente una capa de porcelana coloreada aplicada sobre una superficie de hierro fundido. Cuando dejas la sartén en un fregadero lleno de agua o simplemente en la estufa, corres el riesgo de oxidarse. El óxido tiene pocos riesgos para la salud, pero puede dañar bien la sartén.
Óxido en la olla
Puede producirse una pequeña cantidad de óxido por el agua que queda dentro de la olla. Cuanto más tiempo dejes el agua adentro, peor será el daño. El óxido es un tipo de oxidación que corroe lentamente la superficie. Si retira el agua y limpia la olla rápidamente, es posible detener el proceso de oxidación. Si dejas el óxido sin tratar, se extenderá lentamente y formará grandes agujeros en la sartén, arruinándolo por completo.
Rumores y rumores
Según los rumores, el consumo de óxido en los alimentos puede provocar tétanos. Si consume una gran cantidad de óxido, el tétanos sería una posibilidad, pero poco probable con una cantidad mínima que permanecerá en la olla y, en consecuencia, en la comida. La única forma de desarrollar el tétanos por medio de la herrumbre sería si sus escamas se liberaran de la olla en trozos grandes y se mezclaran con la comida.
Consideraciones
Según el sitio web "Care 2", una pequeña cantidad de óxido no representa un riesgo para la salud. Incluso el óxido en el agua causado por tuberías viejas y oxidadas no causa problemas graves. El principal componente de la oxidación es el hierro, que el cuerpo humano necesita para un crecimiento saludable. Sin embargo, en lugar de consumirlo a través de utensilios oxidados o de cocina, tome un suplemento nutricional que contenga zinc. Antes de comenzar a tomar cualquier suplemento, consulte a un médico y verifique si tiene una deficiencia de hierro.
Prevención
Aunque el óxido no presenta un riesgo para la salud, ciertamente cambia el sabor de los alimentos. Estos rastros de óxido pueden darle a su comida un sabor cobrizo ligeramente desagradable. Limpia el óxido de tu sartén con lana de acero. Ponga una pequeña cantidad de agua en el fondo de la olla. Enjuague bien la lana de acero debajo del grifo y vuelva a frotar las manchas de óxido. Lave la sartén con agua dulce y séquela bien antes de volver a usarla.