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El cuerpo humano crea dióxido de carbono a través del proceso respiratorio. Cuando se inspira, el cuerpo utiliza moléculas de oxígeno del aire y azúcar de lo que se ingiere para crear energía. El dióxido de carbono es uno de los subproductos de este ciclo de producción de energía, al igual que se produce humo al quemar madera. El exceso de CO2 puede provocar dolores de cabeza o vómitos. Utilice técnicas de control de la respiración para eliminar el dióxido de carbono del cuerpo sin tener síntomas de niveles bajos de la molécula.
Paso 1
Vaya a un lugar con aire fresco. Los motores de los automóviles, los incendios y los entornos industriales son fuentes comunes de dióxido de carbono. Su cuerpo quiere respirar aire limpio y estas cosas son fuentes de exceso de dióxido de carbono.
Paso 2
Respire normalmente cuando esté descansando o no realice actividad física. Su cerebro le dice automáticamente a su cuerpo qué tan profundo y con qué frecuencia debe respirar. La respiración libera a su cuerpo del dióxido de carbono y le aporta oxígeno fresco.
Paso 3
Respire normalmente cuando tenga dificultad para respirar, sibilancias o cuando note que su respiración es rápida. Cuando respira rápido y superficialmente en estas situaciones, corre el riesgo de hiperventilación.
Paso 4
Respire profundamente cuando esté jadeando o respirando rápidamente. Sienta que sus pulmones se llenan por completo y luego exhale hasta que sienta que los ha vaciado por completo. Esto también ayuda a combatir la hiperventilación y expulsa el dióxido de carbono de su cuerpo de manera controlada.