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El ojo humano tiene aproximadamente el tamaño de una pelota de ping-pong y consta de varios componentes, incluida la pupila, que se expande y contrae para controlar la cantidad de luz que ingresa al ojo. Normalmente, la pupila se contrae en respuesta a la luz y se expande en condiciones de poca luz para permitir más claridad en el ojo. La compresión continua de la pupila puede indicar una afección médica subyacente, como el síndrome de Horner, el uso de drogas o una uveítis previa. Las pupilas también se vuelven más pequeñas con la edad.
Síndrome de horner
El síndrome de Horner es una condición poco común caracterizada por daño a los nervios simpáticos en el ajo y la cara. Suele afectar un lado de la cara o un ojo. Los síntomas incluyen un tamaño pequeño de la pupila en el ojo afectado, ptosis (párpado superior caído) y disminución de la sudoración en un lado de la cara. El síndrome de Horner es causado por una afección médica subyacente, como un quiste en la médula espinal, un desgarro en el revestimiento de la arteria carótida, una lesión de la médula espinal, un derrame cerebral, un dolor de cabeza en racimo, una migraña o un tumor. El tratamiento varía según la causa subyacente de la afección.
Uso de drogas
Las pupilas pequeñas pueden indicar el uso de drogas. Todos los medicamentos como las benzodiazepinas, los opioides y los barbitúricos provocan compresión de la pupila. Los opioides incluyen medicamentos recetados, como morfina y heroína, una droga ilegal. Algunos signos del uso de opioides incluyen pupilas pequeñas, pérdida de peso, movimientos lentos y cambios de humor. Las benzodiazepinas se recetan comúnmente para aliviar la ansiedad. Los barbitúricos, también llamados tranquilizantes o sedantes, se recetan para inducir el sueño. Algunos de los síntomas del uso de barbitúricos o benzodiazepinas incluyen pupilas pequeñas, somnolencia, dificultad para hablar y confusión.
Uveítis anterior
La uveítis anterior afecta la parte frontal del ojo. Puede ser causada por una enfermedad ocular o una complicación de otras afecciones médicas, como cáncer, rubéola, enfermedades inflamatorias o artritis reumatoide. También puede ser causado por un traumatismo en el ojo. Sin tratamiento, la afección puede causar daños irreparables y pérdida de la visión. Según la Asociación Americana de Optometría, los síntomas de la uveítis anterior incluyen compresión de la pupila, inflamación y dolor en el ojo. El tratamiento dura desde varios días hasta varias semanas y consiste en medicamentos antiinflamatorios y colirios recetados para dilatar las pupilas.
Envejecimiento
Muchas personas mayores necesitan luz adicional. Esto se debe principalmente al efecto del proceso de envejecimiento en los ojos. Este proceso da como resultado una disminución del tamaño de la pupila; lo que, a su vez, hace que llegue menos luz a la retina de una persona mayor. Según The Eye Digest, el ojo de un joven promedio de 20 años recibe alrededor de seis veces más luz que uno de 80 años.