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La presencia de cálculos en la vejiga es una condición conocida como urolitiasis. Los cálculos en sí mismos se denominan cálculos urinarios y pueden formarse en cualquier parte del tracto urinario, incluida la vejiga, los riñones y la uretra. En la mayoría de los casos, los cálculos de la vejiga de su perro se eliminarán de forma natural, pero en algunas situaciones puede ser necesario un tratamiento veterinario adicional y quizás incluso un tratamiento de emergencia.
Los síntomas de los cálculos en la vejiga
Si sospecha que su perro tiene cálculos en la vejiga, es posible que haya notado algunos de estos síntomas. Los más comunes incluyen sangre en la orina, la capacidad de orinar solo en pequeñas cantidades o la necesidad de mucho esfuerzo. Su perro también puede mostrar que está experimentando un dolor leve o intenso, o puede mostrar signos de malestar. Sin embargo, también hay casos en los que, lamentablemente, el perro no muestra ningún síntoma (Referencia 1).
Dieta
En algunos casos, su veterinario puede prescribir un cambio en la dieta del perro, recomendando una dieta especialmente formulada para eliminar los cálculos en la vejiga. Estas dietas pueden tardar hasta 150 días en completarse la eliminación, tiempo durante el cual los niveles bajos de proteína funcionan para disolver los cálculos. Esta es una excelente alternativa si no es necesario realizar una cirugía o utilizar otras formas de remover piedras en tu mascota (Referencias 1 y 2).
Medicamentos
En el caso de cálculos pequeños, se pueden usar algunos medicamentos para disolver los cálculos antes de que puedan causar problemas importantes. Se pueden recetar antibióticos para prevenir o tratar las infecciones presentes en esta etapa, especialmente en los casos en los que se sospecha que los cálculos son causados por una infección del tracto urinario (Referencias 1 y 2).
Hidropropulsión
Este procedimiento, también conocido como cateterismo, implica el uso de un catéter para extraer piedras del tracto urinario del perro. Su perro recibirá anestesia y se insertará un catéter para que el veterinario coloque suavemente una solución salina dentro de la vejiga. Después de llenar la vejiga, el veterinario le aplicará una ligera presión, forzando la solución y los cálculos fuera del cuerpo de su mascota (Referencias 1 y 2).
Cirugía
La cirugía puede ser necesaria en una situación de emergencia o si su veterinario descubre piedras más grandes durante un examen de rutina. En el caso de la cirugía, el perro recibe anestesia, se extrae la vejiga mediante una incisión en el abdomen y se abre para realizar la extracción de orina y piedras. Antes de devolverle la vejiga al perro, se limpia con una solución salina para evitar que las partículas microscópicas presentes en la vejiga creen nuevos cálculos en el futuro. Se sutura la vejiga y el abdomen y el perro recibe tratamiento con antibióticos, generalmente regresando a casa al día siguiente de la cirugía (Referencias 1 y 2).