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Es importante proporcionar a su mascota agua fresca y limpia con frecuencia. En los meses más cálidos, puede ser tentador para él beber tragos largos del agua de la piscina, ya que generalmente se ve bien. Aunque los problemas son poco probables en los animales que terminan bebiendo esta agua, existen riesgos. Los dueños de mascotas y piscinas deben tomar precauciones para minimizar los problemas.
Toxinas
El agua de la piscina contiene productos químicos, incluidos cloro y algicidas, que se administran para prevenir la contaminación y el desarrollo de especies vegetales. A pesar de los efectos beneficiosos sobre el mantenimiento de la piscina, estas sustancias pueden presentar riesgos para los animales. Los niveles de estas toxinas son intencionalmente bajos para prevenir intoxicaciones, ya que es común que las personas traguen accidentalmente el agua de la piscina por accidente. Aunque la mayoría de los animales no tendrán problemas con el consumo ocasional de esta agua, puede causar problemas como irritación o quemaduras en el esófago. Además, si el perro o el gato es alérgico a estas sustancias, se puede desarrollar una reacción fatal.
Microorganismos
A las bacterias y los hongos les encantan las piscinas. Una piscina bien cuidada se trata con productos químicos que regulan la proliferación de estos microorganismos que son potencialmente dañinos, pero que pueden ocurrir incluso en piscinas que reciben un mantenimiento adecuado. La bacteria E. coli se transmite por el ciclo oral-fecal. Cuando se ingiere, este tipo de microorganismo causa enfermedades. Aunque la posibilidad de que un animal contraiga E. coli u otro microorganismo a través del agua de la piscina es baja, aún es posible.
Aspiración
La aspiración ocurre cuando el agua u otro material extraño ingresa a los pulmones. Los animales que beben agua de la piscina pueden succionarla si se debe a una postura incorrecta o una cantidad excesiva de líquido. Los gatos corren un mayor riesgo que los perros. La aspiración suele causar tos, problemas con la emisión de ruido y regurgitación del agua ingerida. Si una cantidad significativa de agua queda atrapada en los pulmones, se puede desarrollar neumonía. La neumonía por aspiración es un problema grave, y si el animal presenta síntomas como dificultad para respirar, sibilancias, depresión y un tinte azulado en labios y encías, debe ser llevado inmediatamente a un veterinario.
Problemas estomacales
La irritación del estómago es uno de los problemas más comunes asociados con el consumo de agua de la piscina por parte de los animales. El agua fría aumenta la posibilidad de estos síntomas, ya que el agua de la piscina está cargada de sustancias químicas.Los perros y gatos que ingieren esta agua para mejorar las condiciones de deshidratación tienen un alto riesgo de tener problemas estomacales. Los vómitos, la regurgitación y el malestar son síntomas típicos de malestar estomacal por el agua de la piscina. Aunque esta no es una condición potencialmente mortal, los vómitos crónicos pueden provocar deshidratación, que puede ser fatal.