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La saturación de oxígeno es una medida de la cantidad de oxígeno en la sangre, siendo el 100% el máximo. Los niveles normales, medidos con un oxímetro de pulso, oscilan entre el 95 y el 100%, y el 90% se considera bajo, según el sitio web de la Clínica Mayo. La baja saturación de oxígeno o hipoxemia es una condición peligrosa que tiene serias ramificaciones si no se trata adecuadamente.
Falta de aire
La falta de aire es un indicador de baja saturación de oxígeno, lo que representa una condición peligrosa que necesita ser tratada. Este síntoma puede ser causado por varios factores, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un grupo de enfermedades pulmonares que bloquea el flujo de aire. El enfisema y la bronquitis asmática crónica son dos ejemplos de estas enfermedades que impiden que llegue suficiente oxígeno al torrente sanguíneo. La baja saturación prolongada conduce a un daño permanente a la capacidad del cuerpo para respirar. Según la Clínica Mayo, la EPOC causa muchas muertes en todo el mundo y se debe principalmente al tabaquismo.
Energía
El oxígeno proporciona energía para el cuerpo y las células. Los bajos niveles de saturación privan a las células de su fuente de energía, provocando fatiga, letargo y debilidad muscular. Las células sufren de falta de oxígeno y no pueden responder adecuadamente. Si la persona sufre de cansancio extremo, considere la posibilidad de baja saturación y realice un análisis de sangre. Una simple prueba de oxímetro proporcionará los resultados.
Mental
El cerebro depende del oxígeno para funcionar y las células cerebrales mueren sin él. La baja saturación de este elemento provoca problemas mentales como confusión y pérdida de memoria a corto plazo. Si estas afecciones van acompañadas de otros signos, como hormigueo en los dedos y tos crónica, busque atención médica de inmediato.
Edema pulmonar a gran altitud
Esta condición ocurre cuando se viaja a altitudes superiores a los 2.500 metros. El aire fino a tales altitudes tiene menos oxígeno y el cuerpo puede verse privado rápidamente. Además, el aire está tan seco que la deshidratación se convierte en un problema. Los síntomas incluyen dolores de cabeza, retención de líquidos, tos y dificultad para respirar. Esta condición puede afectar a cualquier persona que viaje a grandes alturas y es fatal si no se trata rápidamente.