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La Guerra Fría se generó por conflictos indirectos entre la Unión Soviética y Estados Unidos que causaron grandes problemas a ambos bandos. El 25 de diciembre de 1991, la bandera tricolor rusa reemplazó a la hoz y el martillo de la bandera soviética. Esto marcó el colapso de la Unión Soviética y puso fin a la Guerra Fría. Esto también marcó el comienzo de la transformación de una Rusia comunista en una democracia. Hubo muchos factores que contribuyeron al colapso de la URSS.
Factores militares
Antes de 1991, los costos de defensa representaban el 30% del gasto de la Unión Soviética. La guerra con Afganistán entre 1979 y 1989 tuvo repetidas derrotas. Estos fracasos debilitaron y afectaron la moral del ejército. Malgastaron dinero y demostraron que las fuerzas armadas soviéticas no eran invencibles. Las derrotas en el campo de batalla también alentaron a las repúblicas soviéticas no rusas a rebelarse: comenzaron a exigir la independencia sin temer una reacción del ejército.
Llama a la autonomía
En 1987, el gobierno de Estonia hizo un llamamiento a la autonomía y esta iniciativa se extendió a otras partes de la Unión Soviética. En el sur de la URSS, los armenios que viven en la República de Azerbaiyán exigieron el derecho a vivir en la República de Armenia. Se llevaron a cabo importantes manifestaciones en Armenia para respaldar el reclamo. Este recurso fue rechazado, provocando una violenta disputa territorial. Comenzaron a surgir movimientos similares en Moldavia, Georgia, Bielorrusia y Ucrania. A medida que estos territorios retiraron su apoyo, el gobierno central de la Unión Soviética se debilitó.
Factores económicos
En la década de 1980, la economía soviética estaba muy débil. El gobierno no podía proporcionar trabajos suficientes a las personas educadas. Además, no pudo satisfacer la demanda de bienes de consumo. En 1961, Nikita Khrushchev estimó que el PIB de la economía soviética superaría el Producto Interno Bruto de Estados Unidos en 20 años. Esta suposición era incorrecta: en 1981, el PIB de la Unión Soviética era solo un tercio del PIB estadounidense y la economía continuó hundiéndose. La producción agrícola, de carbón, acero y petróleo se vio afectada y aceleró el declive económico. Las tasas de inflación alcanzaron el 100% cuando la URSS se acercó a su colapso.
Tendencias demográficas negativas
La población de la Unión Soviética disminuyó en un 50% entre 1969 y 1980, debido a las malas condiciones de vida y la atención médica. El declive demográfico resultó en una fuerza laboral insuficiente, lo que generó altos costos laborales y ejerció aún más presión sobre el gobierno. La esperanza de vida media de los hombres soviéticos descendió de 67 años en 1960 a 62 años en 1980. Para las mujeres, esa esperanza de vida descendió de 76 a 73 años.
El final
En 1985, Mikhail Gorbachev introdujo Glasnost y Perestroika (que significa libertad de expresión y reconstrucción, respectivamente). Gorbachov quería que la gente expresara sus opiniones sobre cómo mejorar el sistema. En cambio, la gente comenzó a lanzar declaraciones poderosas en su contra. El 19 de agosto de 1991, unos comunistas que querían salvar la Unión Soviética secuestraron a Gorbachov. El país estaba horrorizado y ciudades como Moscú y Leningrado, impulsadas por sus libertades avanzadas, fueron el hogar de grandes protestas. Los secuestradores querían utilizar la fuerza militar para reprimir las protestas, pero los soldados se negaron a atacar a sus propios compatriotas. Después de cuatro meses de protestas, Gorbachov dimitió y la Unión Soviética se derrumbó.