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La glándula tiroides es parte del sistema endocrino y está ubicada justo debajo de la laringe. Sus funciones principales incluyen regular el metabolismo y la producción de hormonas en todo el cuerpo. Para hacer frente a estas funciones, produce dos hormonas propias: triyodotironina (T3) y tiroxina (T4). Cuando la tiroides produce en exceso estas dos hormonas, provoca una sobreestimulación de muchos otros sistemas del cuerpo, provocando una serie de efectos secundarios que incluyen sudoración excesiva.
Hipertiroidismo
La sobreproducción de hormona tiroidea se llama hipertiroidismo. La causa más común es una afección inmunitaria llamada enfermedad de Graves, en la que el cuerpo ataca las células tiroideas para estimular la sobreproducción tanto de T3 como de T4. Esto hace que varios sistemas del cuerpo, incluidos los sistemas digestivo, reproductivo, dérmico y metabólico, también sean súper activos.
Síntomas comunes
La sobreestimulación de estos sistemas corporales da como resultado una variedad de síntomas. Los efectos secundarios comunes del hipertiroidismo incluyen evacuaciones intestinales frecuentes, diarrea, insomnio, períodos menstruales leves o ausentes, piel seca y un estado mental maníaco conocido caracterizado por un estado de ánimo volátil, pensamientos de competitividad e irritabilidad.
Síntomas metabólicos
El metabolismo del cuerpo es uno de los principales sistemas que se ve afectado por la sobreproducción de hormonas tiroideas. El metabolismo puede verse como el horno del cuerpo, ya que es el responsable de quemar y almacenar energía. Cuando su función aumenta, hay una serie de efectos secundarios que se manifiestan, incluido un aumento significativo de la frecuencia cardíaca en reposo, enrojecimiento constante de la piel, pérdida de peso sin esfuerzo, intolerancia al calor y sudoración excesiva.
Tratamiento basico
La sudoración excesiva causada por problemas de tiroides puede ser incómoda tanto física como emocionalmente. Sin embargo, este efecto secundario mejorará junto con todos los demás una vez que comience el tratamiento, generalmente en forma de píldoras supresoras hormonales diarias. Desde la primera dosis, se necesitan entre seis y ocho semanas para notar una disminución en la producción de hormonas y, por tanto, sudoración excesiva.
Tratamiento avanzado
Si la medicación oral no resuelve el problema de la tiroides hiperactiva, se puede extirpar toda o parte de la glándula quirúrgicamente o mediante radiación para reducir la producción de hormonas. Estos tratamientos se utilizan como último recurso para tratar el problema y pueden resultar en la pérdida de la capacidad del individuo para producir suficientes hormonas. Esta condición se llama hipotiroidismo y tiene síntomas que son exactamente opuestos a los que se presentan en el hipertiroidismo. Después del tratamiento, es probable que una persona que previamente tuvo problemas de sudoración excesiva se vuelva intolerante a las bajas temperaturas.