Contenido
La castración en las hembras es el proceso de extirpar los órganos reproductores, los ovarios, para interrumpir los ciclos de celo y prevenir el embarazo. Debido al dilema de la superpoblación de mascotas, la mayoría de los veterinarios y las perreras recomiendan que esterilices a tu mascota de seis meses. Los riesgos asociados con este procedimiento rara vez se discuten con los propietarios, aunque es importante conocerlos antes de tomar cualquier decisión.
Problemas de salud
Los riesgos para la salud asociados con la esterilización de su mascota dependen de varios factores, incluidas la especie, la raza y la edad. La castración de una perra, por ejemplo, aumenta el riesgo de osteosarcoma o cáncer de huesos, así como de hemangiosarcoma esplénico y hemangiosarcoma cardíaco, ambos cánceres comunes en los perros. Otras complicaciones incluyen infecciones del tracto urinario, dermatitis vaginal, problemas ortopédicos y las reacciones negativas a las vacunas son más comunes después de la cirugía. Finalmente, la probabilidad de contraer hipotiroidismo se multiplica por tres y la de los tumores del tracto urinario por dos.
Problemas de comportamiento
Las perras que ya eran agresivas antes de la castración pueden tener esta tendencia mejorada después de la cirugía, cuando cesa la producción de progesterona. La progesterona es una hormona natural del cuerpo que fomenta el comportamiento tranquilo.
Después de la esterilización, un gato puede querer estar solo y no socializar durante uno o tres días después de la cirugía. Los gatos también pueden volverse agresivos, exhibiendo comportamientos como gruñidos, silbidos, rasguños y mordeduras. Si este comportamiento persiste tres días después de la cirugía, comuníquese con su veterinario.
Complicaciones quirúrgicas
Cualquier tipo de cirugía puede ocasionar complicaciones menores. Durante la cirugía, el animal puede tener una reacción adversa a la anestesia. La inflamación, las infecciones y el sangrado son algunas de las complicaciones más comunes. Según la National Animal Interest Alliance, un estudio de las prácticas veterinarias canadienses informó que hay complicaciones posquirúrgicas en el 22% de los casos de castración en perras.
En los gatos, el dolor es común después de la cirugía. Los gatos pueden respirar con dificultad, tener temblores y tener problemas para sentarse correctamente. También es común la hinchazón en el sitio de la incisión.
Las hernias, tanto leves como graves, pueden aparecer después de la cirugía. En casos raros, la cirugía de castración puede fallar por completo y es necesario rehacerla.
Complicaciones graves
Los problemas posquirúrgicos graves incluyen infecciones, abscesos, rotura de heridas o suturas que se caen o son arrancadas por el animal. Según la National Animal Interest Alliance, entre el 1 y el 4% de los animales castrados tienen complicaciones y la tasa de mortalidad es relativamente baja, alrededor del 0,1%.
