Contenido
El cáncer de garganta ocurre en el tubo hueco que comienza detrás del techo de la boca y la nariz, se fusiona con la tráquea y se convierte en el esófago en la parte inferior del cuello. La mayoría de los cánceres de garganta son causados por factores ambientales, como el consumo de alcohol y el uso de productos de tabaco, lo que hace que este tipo de cáncer se pueda prevenir. Sin embargo, debido a que los médicos y los pacientes a menudo no notan los primeros signos de cáncer de garganta, el diagnóstico no suele ocurrir hasta que el problema ha alcanzado una etapa avanzada. Por esto, es importante que todos conozcan los primeros signos de esta enfermedad y busquen ayuda médica para cualquiera de los síntomas lo antes posible.
Identificación
Los primeros signos de cáncer de garganta varían considerablemente, lo que dificulta la detección y el diagnóstico de la enfermedad en las primeras etapas. Los síntomas iniciales que se experimentan comúnmente incluyen dolor de garganta persistente, un bulto en el cuello, dificultad para tragar, dolor en el cuello o en el oído y un cambio en la voz. El habla ronca o la ronquera en la voz son típicamente el primer síntoma que hace que el paciente busque atención médica, pero muchas personas culpan erróneamente a una infección viral o alergia por ese síntoma. En las primeras etapas, el cáncer de garganta puede aparecer como manchas blancas o úlceras dentro de la garganta, pero algunos casos son asintomáticos.
Diagnóstico
Tan pronto como se hagan evidentes los primeros signos de cáncer de garganta, es necesario someterse a un examen exhaustivo con un médico para recibir un diagnóstico preciso. Los pacientes con esta enfermedad deben consultar a un oncólogo que se especialice en cáncer de garganta, ya que alrededor del 10 al 15% de los que tienen el problema también tienen un segundo cáncer primario en otra parte del cuerpo. El diagnóstico generalmente sigue una serie de pruebas y un examen físico completo.
Si el cáncer se encuentra en la parte superior de la garganta, el diagnóstico se puede realizar mediante la observación interna de la boca. Si se encuentra en la parte inferior de la garganta, suele ser necesaria una endoscopia. Tan pronto como se visualiza el tumor, se extraen algunas células para enviarlas a un laboratorio para su análisis. Luego, se tatúan los bordes del cáncer para ayudar en su posterior eliminación. Además, se realizan pruebas como la tomografía computarizada, la resonancia magnética, la ecografía y la tomografía por emisión de positrones (PET) para determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos circundantes. El estadio del cáncer se determina solo después de que se completan todas las pruebas.
Prevención
La prevención implica evitar fumar y los productos de tabaco sin humo, beber con moderación y realizar chequeos regulares con un médico. El tratamiento del cáncer de garganta depende de qué tan temprano se detecte, el estadio de la enfermedad y la ubicación del tumor primario. Por lo general, se requiere una combinación de cirugía y radiación para tratar las primeras etapas del cáncer. Las etapas más avanzadas pueden ser más difíciles de tratar y pueden requerir quimioterapia. Debido a que los primeros signos de cáncer son tan difíciles de detectar, más del 70% de los pacientes tienen un tumor avanzado en el momento del diagnóstico.
Conceptos erróneos
Los no fumadores generalmente creen que son inmunes al desarrollo de cáncer de garganta debido al bajo riesgo asociado con los hábitos. Esto a menudo conduce a una detección tardía y a un mal pronóstico. Incluso los no fumadores deben informar de inmediato a un médico sobre cualquier signo y síntoma de cáncer de garganta, ya que este tipo de cáncer se propaga rápidamente a los tejidos circundantes. Si los síntomas como ronquera o inflamación persisten por más de dos semanas, incluso si son síntomas de infección bacteriana o viral, debe investigarlos y realizar una biopsia si otra causa no es obvia.
Importancia
El cáncer de garganta es una grave amenaza para la salud, pero los pacientes y los médicos pueden dejar pasar desapercibidos los primeros signos de esta enfermedad. Las estimaciones de la Sociedad Estadounidense del Cáncer muestran que alrededor de 24,000 personas en los Estados Unidos son diagnosticadas con algún estadio de cáncer de garganta cada año, y la mitad de ellas ocurre en la faringe. La detección temprana es crucial para un buen pronóstico, ya que el tumor se disemina rápidamente al tejido circundante o hace metástasis a otras regiones del cuerpo. El diagnóstico temprano aumenta las opciones de tratamiento, por lo que es esencial que cualquier persona en riesgo de desarrollar la enfermedad conozca sus primeros síntomas y signos.
