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El caparazón de una tortuga consiste en una serie de placas de hueso cubiertas con una capa de queratina. Esto sirve como la principal protección de las tortugas contra los depredadores, permitiéndoles retraer todo su cuerpo dentro del caparazón. Cuando su tortuga mascota muera, es posible que desee conservar su caparazón, que puede convertirse en una hermosa decoración en su estante para recordarle a su mascota. A diferencia de otros proyectos de taxidermia, que involucran compuestos químicos pesados y rellenos complicados, esto se puede hacer con un proceso simple y natural.
Paso 1
Entierra el caparazón de la tortuga en una pila de abono. La forma más segura de preservar un caparazón es permitir que la tortuga se descomponga naturalmente. Los taxidermistas profesionales suelen utilizar productos químicos y ácidos para disolver la tortuga muerta, pero esto es peligroso para un aficionado.
Paso 2
Marque el lugar donde lo enterró para que pueda encontrarlo fácilmente cuando sea el momento de desenterrarlo.
Paso 3
Revise el caparazón de la tortuga cada dos o tres semanas para asegurarse de que la tortuga se esté descomponiendo y que el caparazón esté ileso. Por razones obvias, esto puede ser un proceso macabro y lo mejor es que lo haga un adulto, especialmente si la tortuga era una mascota de la familia.
Paso 4
Desenterra el caparazón una vez que la tortuga parezca haberse descompuesto por completo. Es posible que todavía tengan huesos y otros materiales dentro del casco. Es importante que no esperes demasiado para desenterrarlo, ya que puede sufrir daños si está enterrado durante mucho tiempo.
Paso 5
Deje el casco al sol durante unos días para que se seque. Es probable que el olor sea malo, así que mantenga el casco fuera de la casa, pero en un lugar seguro de mascotas y otros animales.
Paso 6
Lave a fondo el casco y estará listo para ser utilizado como decoración.