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El águila real, con alas de más de 2 m de envergadura y un peso de más de 6,8 kg, es conocida como una de las rapaces más grandes y feroces. Se encuentra en más lugares de la Tierra que cualquier otro tipo de águila, incluidos América del Norte, Europa, Asia y África. A pesar de esto, debido a un gran depredador, esta hermosa ave ha luchado por sobrevivir durante décadas.
Depredadores naturales
El águila real adulta sana, debido a su impresionante tamaño y habilidad para la caza, no tiene depredadores naturales. Los huevos, las crías, las águilas jóvenes y los animales heridos son susceptibles a una variedad de depredadores, como otras aves rapaces, incluidos otros tipos de águilas y halcones, osos, lobos y pumas.
Caza
El principal depredador del águila real es el ser humano. Los primeros agricultores del este de los Estados Unidos estaban preocupados de que estas grandes aves pudieran dañar su ganado. Para evitar esto, mataron a las aves, lo que provocó una disminución drástica de la población en esa zona. La caza de águilas reales también fue frecuente entre los agricultores de toda Europa, lo que provocó que su población disminuyera y, en algunos países, las llevara a la extinción.
Hoy en día, los investigadores saben que estas aves generalmente no se alimentan de ganado y que, en cambio, prefieren buscar y cazar animales más pequeños, como conejos y ardillas, además de zorros, coyotes y ciervos pequeños con menor frecuencia.
Destrucción del habitát
La destrucción del hábitat es una de las mayores amenazas para las águilas reales en la actualidad. El territorio de estas aves generalmente cubre enormes distancias, llegando a más de 150 km², y dependen de áreas pacíficas para la instalación de los nidos, ya que las parejas monógamas regresan al mismo nido todos los años. El crecimiento de la población humana en todo el mundo ha provocado la deforestación y la expansión, y muchas águilas reales han sido desplazadas por el desarrollo de edificios residenciales y comerciales.
Envenenamiento y caza furtiva
Hoy en día, las águilas reales siguen siendo un objetivo de seres humanos que las acusan de cazar ganado o matar animales como el urogallo, que los cazadores cazan por deporte. Se han informado muchas muertes de águilas por intoxicación por carroña. El envenenamiento también puede ocurrir indirectamente a través de pesticidas y contaminación del aire.
Las aves todavía se cazan en algunas regiones debido a sus plumas y sus huevos son robados para su venta ilegal en el mercado negro.
Proteccion
La Ley de Protección del Águila Calva y Estadounidense de 1940 prohíbe a cualquier persona matar o acosar águilas reales dentro de los Estados Unidos. Su población está creciendo en los Estados Unidos, donde ya no están en la lista de animales en peligro de extinción, pero la caza y la perturbación en otras partes del mundo, particularmente Europa, Asia y África, continúan causando daños a la población.