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El oxígeno es esencial para la vida. Para que las funciones corporales se realicen correctamente, el oxígeno debe estar presente en cantidades adecuadas en todo el cuerpo. El nivel de saturación de este gas mide la cantidad de oxígeno transportada por la sangre. Cuando este valor es demasiado bajo, puede tener consecuencias catastróficas. Es por eso que los hospitales controlan esta saturación, junto con la frecuencia cardíaca y la presión arterial, para determinar el estado del paciente.
Hechos
La sangre transporta oxígeno al resto del cuerpo gracias a la hemoglobina, una proteína que contiene hierro en los glóbulos rojos. Cada una de las moléculas de hemoglobina puede transportar hasta cuatro moléculas de oxígeno. El porcentaje de gas cargado en la sangre es lo que se denomina nivel de saturación.
Por ejemplo, si una molécula de hemoglobina transporta solo tres oxígeno, solo alcanza el 75% de su capacidad total. En una muestra de sangre más grande, 1.000 moléculas de hemoglobina podrían transportar 4.000 oxígeno. Si solo se transportan 3.920, esto indica el 98% de la capacidad total. Por tanto, en esta situación, el nivel de saturación de oxígeno en sangre equivale al 98%.
Importancia
Si el nivel de saturación de oxígeno es demasiado bajo, significa que cantidades inadecuadas de oxígeno están llegando a los órganos vitales y las células sanguíneas. Esto puede provocar insuficiencia respiratoria y posiblemente la muerte.
Aunque los niveles ideales pueden variar según el individuo, el nivel de saturación de oxígeno para un adulto joven y sano tiende a estar entre el 95% y el 100%. Si ese valor cae al 90%, ya es posible tener insuficiencia respiratoria. Estos datos no permiten una desviación muy grande entre la tasa normal y la letal, por lo que es fundamental que los médicos y enfermeras controlen el nivel de saturación de oxígeno en todo momento.
Examen
Una forma fácil y precisa de medir los niveles de saturación de oxígeno es mediante la pulsioximetría. Un oxímetro es un pequeño clip que se coloca en el dedo del paciente. Destella dos luces brillantes, una roja y otra infrarroja, a través del dedo para medir los niveles de oxígeno en sangre. Este dispositivo hace esto analizando el color de la sangre arterial, que es de color rojo vibrante cuando tiene altas concentraciones de oxígeno gaseoso. Para diferenciar la sangre arterial del resto del tejido circundante, el oxímetro mide el cambio de color general en coordinación con los latidos del corazón.
Consideraciones
Los oxímetros de pulso necesitan latidos fuertes y regulares para registrar una lectura de oxígeno precisa. Las personas con pies y manos frías a veces pueden disminuir el pulso en sus extremidades, lo que genera datos inexactos.
Conceptos erróneos
A pesar de lo que dicen algunos informes erróneos, la precisión de los oxímetros de pulso no se ve afectada cuando los pacientes tienen anemia por deficiencia de hierro, anemia de células falciformes o bilirrubina en la sangre.
