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Un pólipo es un crecimiento benigno (tumor) no neoplásico o hiperplásico que sobresale sobre una superficie mucosa, lo que provoca un aumento anormal del tamaño del tejido. Sólo mediante un examen microscópico se pueden distinguir estas anomalías de los verdaderos tumores inofensivos. Se deben considerar varios factores en el diagnóstico y tratamiento de estos crecimientos y nódulos anormales en perros.
Obstrucción del flujo gástrico
Esta es una condición que resulta de varias causas, una de las cuales son los pólipos hiperplásicos de la mucosa. Se caracteriza por una aglomeración en el intestino, un proceso en el que los materiales ingeridos forman una masa dentro del estómago. Los perros son especialmente propensos a esto porque no discriminan mucho de lo que comen. Si no se trata, esta condición conduce a regurgitación, deshidratación posterior por vómitos, pérdida de peso y debilidad, dependiendo de la gravedad de la obstrucción.
Examen físico
Para comprobar los síntomas, el dueño y el veterinario deben registrarse y observar los hábitos alimenticios del perro y realizar exámenes orales y rectales. La evidencia de dolor se puede verificar con una palpación abdominal cuidadosa, o el proceso de presionar lenta y gradualmente el vientre del perro para verificar si hay bultos anormales. Las cápsulas de bario se utilizan para diagnosticar obstrucciones gástricas, ya que pueden utilizarse para exámenes radiográficos.
Exámenes internos
La endoscopia gástrica y la biopsia guiada por endoscopia se realizan comúnmente en perros para diferenciar los pólipos hiperplásicos de la mucosa de otras enfermedades malignas. Los pólipos se caracterizan por una rama de músculo liso que sobresale de la mucosa, la capa externa del estómago.
Las biopsias revelan si los crecimientos de los pólipos son individuales o múltiples, si tienen inserciones (pediculadas) o no (sésiles), y que no suelen crecer más de 1,5 cm de diámetro. Otras pruebas de laboratorio mostrarán si los pólipos producen moco y pus.
Tratamiento
Los perros generalmente necesitan tomar antibióticos para controlar y eliminar la infección. Si el medicamento no funciona, el perro debe someterse a una polipectomía endoscópica. Se trata de un procedimiento invasivo en el que se insertan en el recto del perro un endoscopio y un dispositivo que puede cortar los pólipos. El animal deberá descansar unos días después del procedimiento.